Guía completa para autónomos. IRPF 2024

Declaración de la Renta 2024

Documentación necesaria para preparar la Renta del autónomo

Una correcta preparación de la declaración empieza por recopilar toda la documentación contable y justificativa de la actividad.

Los autónomos en estimación directa (el régimen más habitual) están obligados a llevar una contabilidad simplificada mediante libros registro oficiales​. En concreto, deben disponer de un Libro de Ingresos y un Libro de Gastos, donde se reflejen todas las facturas emitidas (ventas/ingresos) y recibidas (compras/gastos) de su actividad. Asimismo, si deducen amortizaciones, deben llevar un Libro de Bienes de Inversión para los elementos de inmovilizado (equipos, maquinaria, vehículo, etc.) afectos al negocio​

En el caso de profesionales, también es preceptivo un Libro de Provisiones de fondos y suplidos (para anotar anticipos recibidos y gastos realizados por cuenta de clientes)​

Además de los libros, es fundamental reunir las facturas correspondientes a todos los ingresos y gastos del año, pues Hacienda exige poder justificar los ingresos y los gastos deducibles con la contabilidad y las facturas​. Solo se consideran gastos fiscalmente deducibles aquellos respaldados por factura completa; los tickets o facturas simplificadas sin datos fiscales completos generalmente no bastan como justificación​. Por tanto, conviene haber solicitado factura en cada compra relacionada con la actividad (combustible, restauración, material, etc.), indicando los datos fiscales del autónomo.

Junto con las facturas, el autónomo debe conservar otros justificantes bancarios y documentación adicional. Por ejemplo, los extractos bancarios donde figuren los cobros de clientes y pagos a proveedores ayudan a verificar la correspondencia con los importes registrados. Ciertos gastos, como la cuota mensual de autónomos (cotización a la Seguridad Social), no emiten factura, por lo que el cargo bancario sirve de soporte para deducirlos correctamente​

Del mismo modo, si se paga un alquiler mediante transferencia o se cargan compras con tarjeta, tener los movimientos bancarios facilitará demostrar el pago efectivo en caso de requerimiento. También es útil contar con los libros trimestrales de IVA (facturas emitidas y recibidas) ya que, como veremos, la información de IVA e IRPF está relacionada. En resumen, antes de confeccionar la Renta un autónomo debería haber mantenido al día su contabilidad y tener accesibles: los libros registro obligatorios, todas las facturas emitidas y recibidas del ejercicio, los extractos bancarios relevantes, posibles certificados de retenciones (si clientes le practicaron retención del IRPF) y cualquier otro documento que respalde ingresos o gastos declarados. Con esta documentación completa, la elaboración de la declaración será mucho más fluida y segura.

Relación entre el IRPF y el IVA trimestral

Aunque el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) e IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) son tributos diferentes, en la práctica están muy ligados para los autónomos. El IVA es un impuesto indirecto que grava las ventas y compras, mientras que el IRPF es un impuesto directo que grava la renta o el beneficio obtenido. No obstante, ambos comparten la misma base de registros de facturación: las facturas de ingresos y gastos de la actividad. Cada trimestre, al presentar el modelo 303 de IVA, el autónomo declara el total de IVA repercutido a sus clientes y el IVA soportado en sus gastos deducibles, pagando a Hacienda la diferencia entre ambos​. Este proceso trimestral de IVA obliga a llevar al día la facturación y ofrece un resumen periódico de los ingresos y gastos de la actividad. Esa misma información es la que luego se utilizará para el IRPF anual, aunque con distintos criterios fiscales.

La principal diferencia es que el IRPF no grava el IVA en sí mismo, sino el resultado de la actividad. Es decir, en el IRPF se calcula el rendimiento neto restando de los ingresos los gastos necesarios para generarlos (lo que viene a ser la ganancia antes de impuestos). En este cálculo no se incluye el IVA como ingreso ni, normalmente, como gasto. Por ejemplo, si un autónomo emite una factura de 1.000 € + 21% IVA, en sus libros esa venta computa como ingreso de 1.000 € para IRPF (el IVA no es ganancia, se entrega a Hacienda). De igual modo, si adquiere un ordenador por 500 € + IVA, podrá deducir 500 € de gasto en IRPF, mientras que el IVA soportado podrá recuperarlo en la declaración de IVA correspondiente. En general, el IVA soportado recuperable no es deducible en IRPF (puesto que Hacienda ya se lo reembolsa o lo compensa en el 303), y solo se deduce como gasto el IVA soportado que no sea deducible vía IVA​. Esto último ocurre, por ejemplo, en sectores exentos de IVA (sanitarios, educativos, etc.) o en ciertos regímenes especiales: en tales casos, al no poder deducir ese IVA en el 303, el importe de IVA pagado pasa a formar parte del coste y sí se resta en IRPF​.

Otra conexión entre IVA e IRPF es el criterio temporal: los autónomos en estimación directa suelen computar ingresos y gastos por criterio de devengo (es decir, en la fecha de emisión de la factura, no cuando se cobra o paga). Del mismo modo, el IVA se declara por devengo salvo que se esté acogido al criterio de caja de IVA. Por ello, normalmente los ingresos declarados en los cuatro trimestres de IVA sumados deberían coincidir con los ingresos anuales que se reflejan en la Renta (y lo mismo con los gastos, sin IVA). Cualquier divergencia indicaría errores en la contabilidad. En resumen, llevar correctamente el IVA trimestral garantiza que los datos para el IRPF estén bien controlados. Consejo: aprovecha los libros de IVA para revisar que ningún ingreso o gasto legítimo quede sin consignar en tu IRPF, y viceversa. También conviene recordar que las retenciones de IRPF en factura (si las aplicas) no tienen efecto en la declaración de IVA pero sí en la de Renta, ya que son pagos a cuenta: las veremos a continuación al repasar las obligaciones de IRPF.

Obligaciones fiscales principales de un autónomo (IRPF, IVA, pagos fraccionados, retenciones)

Ser autónomo conlleva una serie de obligaciones tributarias periódicas más allá de la declaración anual de la Renta. A grandes rasgos, los impuestos principales que afectan al trabajador por cuenta propia son el IRPF y el IVA, junto con los pagos fraccionados y retenciones asociadas:

 Nota: los autónomos cuyos clientes les practican retenciones en factura pueden quedar exonerados de presentar el modelo 130 si al menos el 70% de sus ingresos ya llevan retención. En efecto, muchos profesionales (abogados, diseñadores, médicos, etc.) incluyen en sus facturas una retención del 15% (o del 7% si son nuevos autónomos)​: ese importe retenido lo ingresa el cliente en Hacienda a cuenta del IRPF del autónomo. Todas esas retenciones, junto con los pagos fraccionados hechos vía modelo 130, se van acumulando para finalmente regularizar en la declaración anual si el autónomo pagó de más (a devolver) o de menos (a ingresar)​

Nota: Los comerciantes minoristas en Recargo de Equivalencia u otros regímenes especiales de IVA no presentan 303 (o lo hacen de forma simplificada), pero en tal caso pagan un recargo en sus compras y no repercuten IVA en ventas​. Cada autónomo debe observar el régimen de IVA que le corresponda según su actividad.

En resumen, las obligaciones fiscales principales de un autónomo consisten en: pagar sus impuestos directos (IRPF mediante pagos trimestrales y Renta anual), impuestos indirectos (IVA trimestral y anual), actuar como retenedor cuando corresponda (ingresar las retenciones de nóminas, alquileres, etc.), y presentar los informes anuales que resumen su actividad (modelos 390, 190/180, 347, etc.). Cumplir con este calendario fiscal evita sanciones y facilita la elaboración de la Renta, ya que si el autónomo ha presentado correctamente sus modelos trimestrales, dispondrá de la información necesaria ya estructurada.

Gastos deducibles en la declaración de la Renta del autónomo

Uno de los aspectos más importantes para los autónomos es conocer qué gastos pueden deducir en su declaración de la Renta, pues de ello depende pagar solo los impuestos justos. En términos generales, un gasto deducible es aquel estrictamente relacionado con la actividad, debidamente justificado documentalmente y registrado en la contabilidad​. A continuación se presenta un listado completo y actualizado de los principales gastos deducibles en el IRPF, con una explicación de las condiciones y requisitos para su deducción (según la normativa vigente de 2024):

Como se aprecia, el abanico de gastos deducibles es amplio. La clave es que cada gasto esté afectado exclusivamente a la actividad, adecuadamente documentado (factura a nombre del autónomo, o justificante válido) y correlacionado con los ingresos (que sea necesario para la obtención de los ingresos de la actividad). Si se cumplen estos requisitos, incluir el gasto en la declaración permitirá reducir la base imponible y, por tanto, pagar menos IRPF. A continuación, veremos algunos gastos frecuentes que no son deducibles o tienen limitaciones, ya que suelen ser origen de errores.

Gastos NO deducibles frecuentes (errores comunes)

Existen determinados gastos que los autónomos no pueden deducir en el IRPF, bien porque la ley los excluye expresamente, o porque no cumplen el criterio de afectación exclusiva a la actividad. Es importante conocerlos para evitar incluir partidas improcedentes que puedan ser rechazadas por Hacienda. Entre los gastos no deducibles más comunes se encuentran:

En resumen, para evitar errores en la declaración, el autónomo debe excluir todos los gastos de naturaleza personal o no estrictamente necesarios para su actividad. Cuando un bien o servicio se usa tanto para negocios como para fines particulares (mixto), la parte particular no es deducible. Y recordemos que algunos gastos, aun siendo del negocio, están vetados por la normativa (multas, donativos, etc.). Conocer estos límites nos evita sorpresas desagradables y sanciones.

Consejos prácticos para la preparación de la Renta del autónomo

Preparar la declaración de la Renta siendo autónomo puede ser complejo, pero siguiendo unas buenas prácticas es posible simplificar el proceso y minimizar riesgos. A continuación, se ofrecen consejos prácticos dirigidos específicamente a autónomos:

En conclusión, la declaración de la Renta para un autónomo requiere más trabajo que para un asalariado, pero con una buena planificación y orden se puede afrontar sin contratiempos. Conoce tus plazos, reúne tus documentos, aplica las deducciones de forma correcta y pide ayuda profesional cuando sea necesario. Así cumplirás con Hacienda de forma precisa y optimizada, aprovechando todos los beneficios fiscales disponibles y evitando errores que puedan derivar en paralelas o sanciones. ¡Buena suerte con tu campaña de la Renta!

Resumen de gastos deducibles y no deducibles


Carlos Córdoba Gallardo

Dirección Comercial

Más de 25 años de experiencia creando sólidas y duraderas relaciones comerciales.
Dirección de equipos orientados a la consecución de objetivos exigentes con orientación al cliente y a la satisfacción de sus necesidades.

 

Licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid